CARTAGENA. Las Encañizadas y Esculls son dos de los reductos casi salvajes que aun perduran en La Manga, no del todo conocidos por los veraneantes, que prefieren arenales más accesibles a lo largo de los más de 20 kilómetros que posee este territorio único en la Región. Ambos emplazamientos se sitúan al norte de La Manga: playas asilvestradas, bajos fangosos, restos de algas, pequeñas islas y canales comunican las aguas del Mediterráneo con las del Mar Menor.
Pero tan lejos como para los bañistas y veraneantes, parece que estos emplazamientos se han convertido para las administraciones en territorios inhóspitos, casi indómitos, aunque el límite entre lo agreste y el abandono es una fina línea que no han sabido manejar hasta el momento.
Meses atrás, en pleno confinamiento, la situación empeoró por la falta de atención de las playas, tal y como han denunciado los vecinos. Pero, lejos de poner coto a este desinterés, los propietarios de apartamentos de la zona denuncian que la suciedad y basura en las playas de Esculls y Encañizadas (zona San Javier) siguen patentes "y la situación, lejos de mejorar ha ido a peor", explica los vecinos afectados,
El acceso a las playas es "desolador. Hay un muro de metro y medio para acceder al agua, por lo que un niño se puede matar en el intento de bañarse". La última limpieza del ayuntamiento de San Javier, añaden fue en junio de 2019 y después de la DANA el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico limpió en diciembre de ese año. Desde entonces el "el ayuntamiento de San Javier no ha hecho nada. Somos los vecinos los que retiramos la basura más escandalosa e incluso protegiendo algunas plantas de los caminos que se hacen en las dunas".
"Con abandono, nos referimos a que no se limpia de basura ni se hace ningún tipo de intervención con las algas o del cuidado de dunas", remarcan, para explicar que han puesto en conocimiento del estado de los arenales a las tres administraciones, en este caso al ayuntamiento de San Javier, a la Dirección General del Medio Natural de la Comunidad de Autónoma y a la Dirección General de la Costa y el Mar del Estado.
"Queremos que se haga como en la playa de La Llana (San Pedro del Pinatar), donde cuidan las dunas (utilizan la posidonia para protegerlas) y en verano se puede disfrutar de la orilla limpia de algas, incluso pasear en bicicleta", añaden los vecinos, que apostillan que no solo no se limpia, sino que tampoco se controlan los accesos a esta zona protegida: "allí instalan vallas para que las personas no pisen las dunas y en Esculls los coches pasan hasta la orilla, acabando con algunas dunas, porque no hay ningún tipo de protección".
Han llegado a un acuerdo con Medio Ambiente para limpiar parte durante la primera quincena de junio, siempre bajo la vigilancia de un inspecto,r ya que esta zona de playa de La Manga pertenece al Parque Natural de Las Salinas de San Pedro y está protegida.
Ante la insistencia vecinal y las reclamaciones puestas en Dirección General de la Costa, la administración estatal ha reiterado la competencia municipal en el mantenimiento de playas en las adecuadas condiciones de limpieza, higiene y salubridad y ha informado que no se retiran los arribazones de posidonia en esta playa, al comprobarse que forma parte del Parque Regional de las Salinas y es zona de conservación prioritaria.
Conforme a lo regulado por el PORN, los trabajos de limpieza deben ser manuales, se respetarán los restos y formaciones de bermas o arribazones de posidonia oceánica presentes en las dos playas del ámbito de Parque Regional.
Excepcionalmente se podrán retirar restos de posidonia, cuando dicha acumulación presente conflictos con el uso público, y solo para la Semana santa y la época estival. Esta retirada de posidonia se llevará a cabo únicamente en las dos zonas de más uso, formando dos áreas sin restos vegetales paralelas al mar.
"La dejadez y el abandono ha durado dos años y veremos si ahora solo es un parche o si hay un plan de mantenimiento y limpieza como tienen en otras zonas como La Llana", reclaman los vecinos.
