MURCIA. No es tarea sencilla que los resultados obtenidos en un trabajo científico se lleguen a materializar en un producto o servicio práctico. Y son múltiples los factores que confluyen para que pasar de la teoría a la práctica a veces se convierta en una misión imposible.
“El desconocimiento del mercado y las dificultades que conlleva, sumado a la necesidad de inversiones tanto económicas como de tiempo, hacen que muchos trabajo científicos, a pesar de tener un enorme potencial de capacidad de negocio, no lleguen a hacerse realidad”, señalaba ayer el consejero de Empleo, Miguel Motas en la presentación de la segunda convocatoria del programa ‘Prueba de concepto’, que financia la Fundación Séneca.
En total, han sido seleccionados 17 proyectos que se desarrollarán durante 2020 y que recibirán una inversión de 424.500 euros. Junto con los 25 proyectos de la primera edición, que finalizarán a 31 de diciembre de este año 2019, alcanzan un montante de 1,55 millones de euros.
Una importante suma que tiene como objetivo que esas buenas ideas no se queden en un cajón y que los grupos de investigación puedan comprobar si los resultados obtenidos en 'laboratorio' funcionarían en un entorno real en la empresa.
El proyecto Authcode es un ejemplo de éxito de la primera convocatoria. Uno de sus promotores, Gregorio Martínez Pérez, de la Facultad de Informática de la UMU, asegura que “la prueba de concepto nos ha ayudado a hacer la investigación más creíble y acercarla al mercado”.
Authcode es un programa de IA (inteligencia artificial) para diferentes dispositivos móviles (smarphone, tablet y ordenador) que permite predecir usos y tiene la capacidad de diferenciar entre personas. “Un mismo móvil, utilizado por 100 personas diferentes, tiene un patrón diferente y el programa es capaz de identificar a cada una”.
De esta forma, incrementa la seguridad de los dispositivos y puede enviar alertas, borrar datos que puedan ser sensibles o bloquear directamente el aparato. “Nuestra investigación estaba basada en 5 o 6 usuarios. La prueba de concepto nos ha permitido subir a 1.000 usuarios y pulir parámetros”.
Además, han llamado la atención de un grande de las telecomunicaciones como Movistar. “De aquí puede salir una empresa spin off de la Universidad de Murcia. Tiene un potencial real para el mercado. Y no se hubieran fijado en nosotros si sólo se hubiera hecho una pequeña prueba en nuestro laboratorio”.
Las ayudan persiguen dar un empujón similar a esos 17 proyectos que provienen de investigadores de la Universidad de Murcia (7), la Universidad Politécnica de Cartagena (5), CEBAS-CSIC (2), el Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (2) y el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca (1).
Uno de ellos es el investigador Pablo Pelegrín, de la Fundación para la Formación e Investigación Sanitarias, con su propuesta de un test de pronóstico para pacientes críticos con sepsis. "Con este test podemos adelantarnos varios días en el diagnóstico de una infección generalizada", destaca. "Con esta subvención vamos a poder ver si hay un interés real en el mercado y si los hospitales están dispuestos a incorporar el protocolo".
Algunas de las ideas se dan, además, en sectores clave para la economía regional, como la agroalimentación, la biomedicina, la inteligencia artificial, o las energías renovables. "Con estas ayudas dinamizamos la capacidad de los grupos de investigación para innovar en mercados con productos de muy alto valor añadido que puede suponer grandes ventajas competitivas. A menudo son resultados de años de investigación de excelencia”, subrayó Motas.
En total, en esta segunda convocatoria se han recibido 38 propuestas, de las cuales 17 han conseguido obtener la subvención de 25.000 euros cada una. Estas pruebas permitirán desarrollar una patente que incremente el contenido de glucosinolatos en plantas adultas del género Brassica (brócoli); mejorar genéticamente uno de los principales agentes utilizados en control biológico de plagas; desarrollar una nueva gama de productos naturales basados en el aceite esencial de plantas aromáticas, y validar el uso de insectos polinizadores como drones naturales que mejoren la productividad y sostenibilidad de los cultivos.
Además, permitirán desarrollar un prototipo de sistema de registro y estimulación multicanal versátil para poblaciones de neuronas con aplicaciones médicas; crear una aplicación informática que permita analizar el grado de infiltración grasa en un hígado donante para determinar su grado de viabilidad para ser trasplantado, y desarrollar un chip comercial para medir las propiedades de los microfluidos.
De igual modo, posibilitarán optimizar el protocolo de criopreservación de células madre humanas de médula ósea; diseñar y fabricar una nueva canasta de baloncesto para mejorar los aspectos psíco-fisiológicos de este deporte en el entorno educativo y competitivo; crear un kit de identificación de la celiaquía antes de la incorporación del gluten en la dieta, y desarrollar un dispositivo para mejorar la accesibilidad de personas con discapacidad visual y auditiva a la formación y a la información que se imparte en centros educativos.
Por último, permitirán optimizar un sistema de imagen térmica de la superficie ocular para mejorar la detección, diagnóstico y seguimiento del glaucoma; lanzar una plataforma electrónica en materia de contratación pública; desarrollar una herramienta que permita crear nuevos modelos genéticos en el cerdo para el estudio de enfermedades humanas; poner en el mercado un dispositivo de bajo coste capaz de estimular la secreción salival y mejorar la calidad de vida del paciente con problemas bucodentales; comercializar un software aplicado en Ingeniería Térmica, y validar técnicamente un nuevo método diagnóstico para pacientes con sepsis abdominal.
El consejero destacó "a aquellos profesionales que con los resultados de su trabajo en la mano han sabido ver potencialidad en el mercado”.