VALENCIA. El giro dado en la situación del Valencia CF por el que se pone al club de Mestalla en venta y con un probable comprador a la vista, no ha sido bien recibida por la alcaldesa Rita Barberá.
"Me pongo inmediatamente y con toda claridad al lado de que no se venda el Valencia CF", subrayó este miércoles la máxima responsable municipal, quien consideró que esta operación "no es una buena solución" y además, "tampoco le conviene mucho a Bankia".
De esta manera, la alcaldesa mostraba su disconformidad con los acontecimientos de las últimas horas en las que Bankia anunció que no refinanciaría la deuda del Valencia CF, lo que ha dejado como solución probable y abierta la venta del club.
Unas palabras que contrastan con el beneplácito que se respira en el Consell a que se produzca la operación, que quitará un peso económico de encima al Gobierno valenciano. "La llave para encontrar la decisión la tiene Bankia", subrayó en la noche del martes el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, una frase que señala a la entidad financiera como responsable de la venta y, al mismo tiempo, una manera de esquivar el perjuicio social que puede suponer una operación de estas características para el Gobierno valenciano.
Sin embargo, Barberá no parece compartir un punto de vista tan complaciente con la situación. "A mi no me gustaría que se vendiera el Valencia", recalcó, para apuntar como "alternativa más viable" para el club "la búsqueda de inversores que permitan garantizar un buen proyecto deportivo, social y económico". De hecho, la alcaldesa fue más allá al subrayar que habría que "sentarse y esperar más tiempo". "El presidente Fabra dice que tiene alguna solución prevista", subrayó, pese a que desde Presidencia de la Generalitat ya han reiterado su mínima capacidad de maniobra en este asunto.
Así, la máxima responsable municipal volvió a evidenciar una diferencia de criterio con el Gobierno valenciano, una circunstancia que viene siendo habitual durante el mandato de Fabra. Casos como el del traslado de los festivos falleros, ya provocaron tensiones con Presidencia, al igual que la gestión de la Fórmula 1 o la manera de abordar la relación con el sistema financiero valenciano.
