MURCIA. El cáncer de páncreas es una de las formas más agresivas de cáncer. Normalmente se diagnostica tardíamente debido a la ausencia de síntomas específicos. Además, la localización de este órgano en el abdomen, detrás del estómago en una zona “silenciosa”, hace que pueda extenderse rápidamente a otros órganos o estructuras cercanas, como el hígado, el intestino, el bazo o la columna vertebral, lo que dificulta los tratamientos para eliminar completamente el tumor.
Algunos de los factores de riesgo asociados al cáncer de páncreas son el consumo de tabaco (en más de un 30% su aparición se produce en personas fumadoras) y alcohol, la predisposición genética, la dieta, la obesidad, la presencia de enfermedades crónicas (como la Diabetes Mellitus o la pancreatitis crónica), la edad (el 90% de los cánceres de páncreas se diagnostica en personas de más de 55 años).
Cáncer de páncreas: esperanza de vida y tasas de supervivencia
En cifras generales, el cáncer de páncreas se considera poco frecuente: representa alrededor de 3% de los cánceres diagnosticados y es responsable de un 7% de todas las muertes por cáncer.
En los casos en los que ele tumor está localizado, y según datos de la American Cancer Society, la tasa relativa de supervivencia a 5 años se acerca al 40%. Este porcentaje desciende significativamente cuando la enfermedad progresa localmente o a distancia.
Sin embargo, y a pesar de tratarse de cifras bajas, las personas que reciben actualmente un diagnóstico de cáncer de páncreas pueden tener un mejor pronóstico debido al desarrollo de nuevos tratamientos. Los procedimientos quirúrgicos para resecar la enfermedad deben realizarse por cirujanos y centros con experiencia en cirugía oncológica como en Quirónsalud Murcia.
¿En qué consiste la cirugía del cáncer de páncreas?
Según el equipo de Oncología Quirúrgica de Quirónsalud Murcia, la cirugía de cáncer de páncreas supone todo un reto.
Y es que, aunque su fundamento teórico es relativamente fácil de explicar (la intervención consiste en extirpar completamente el tumor, con especial atención a sus vías de drenaje linfático, y generar un nuevo circuito para el drenaje de la vía biliar del contenido estómago y del páncreas restante, si este no se extirpa en su totalidad), la localización de este tipo de tumores en el retroperitoneo, en medio de una encrucijada de vasos sanguíneos vitales, hace que las complicaciones durante la intervención puedan ser graveas.
El abordaje quirúrgico puede realizarse por laparotomía o por laparoscopia, en función del tipo de tumor y de su ubicación. El abordaje clásico por laparotomía (cirugía abierta del abdomen) es el más utilizado para eliminar tumores ubicados en la cabeza del páncreas, aunque los abordajes laparoscópico o robótico se han impuesto en la cirugía del páncreas distal y están ganando terreno en unidades de Oncología Quirúrgica con alta experiencia.
Además de estos dos abordajes, también existen determinados procedimientos invasivos que tienen un fin paliativo cuando el cáncer no puede ser resecado. Nos referimos a determinados procedimientos endoscópicos que se realizan mediante radiología intervencionista y que son importantes en el manejo integral de los pacientes con cáncer de páncreas.
¿Todos los cánceres de páncreas son operables?
La cirugía como opción curativa del cáncer de páncreas se contempla sólo en aquellos tumores que pueden extirparse por completo y que no están extendidos a otros órganos.
Esto quiere decir que, desafortunadamente, no todos los cánceres de páncreas pueden operarse. De hecho, desde el equipo de Oncología Quirúrgica de Quirónsalud Murcia insisten en la necesidad de diferenciar entre los conceptos "operable" y "resecable", atendiendo especialmente al segundo.
Algunas de las circunstancias que impiden seleccionar a pacientes para someterse a este tipo de cirugía son:
La invasión de determinadas estructuras locales vitales.
La extensión a distancia.
La presencia de metástasis hepáticas.
La presencia de implantes peritoneales.
Por otra parte, existe un escenario intermedio, cuando inicialmente el tumor no es abordable quirúrgicamente, pero puede serlo tras una serie de tratamientos previos con quimioterapia y radioterapia con el fin de reducir considerablemente su tamaño (quimioterapia neoadyuvante).
¿En qué casos está recomendada esta intervención?
Las características generales y el estado de salud del paciente, junto con las características particulares de cada tumor, son los elementos fundamentales para recomendar esta cirugía oncológica.
Respecto al primer punto, los expertos entienden que no es lo mismo operar a un paciente con una edad avanzada que en uno más joven. Lo mismo ocurre con pacientes con patologías cardiovasculares y otro tipo de comorbilidades.
En líneas generales, desde la Unidad de Oncología Quirúrgica de Quirónsalud Murcia, establecen que para asumir esta intervención el paciente debe:
- Presentar un riesgo anestésico asumible.
- Estar en condiciones de someterse a una cirugía mayor de alta complejidad.
- Presentar altas posibilidades de que su tumor sea resecado completamente.
¿Cuál es la tasa de supervivencia tras la intervención?
El cáncer de páncreas es un tumor con especial mal carácter, que puede avanzar rápido y cuyo mayor riesgo es la capacidad de expansión a otros órganos o estructuras.
La supervivencia depende del estadio de la enfermedad, pero no suele ser buena en comparación con otros tumores.
En todo caso, el cáncer de páncreas es un buen ejemplo de lo que se debería hacer en patologías oncológicas de alta dificultad: remitirlas a centros que cuenten con un equipo de cirujanos con experiencia.
Desde Quirónsalud Murcia también confirman que el abordaje combinado ha permitido en todos los tumores mejorar, junto con una técnica quirúrgica depurada y la mejora de los cuidados perioperatorios, el resultado de los pacientes.
La decisión de cuándo debe posicionarse cada uno de estos tratamientos deberá consensuarse en un comité multidisciplinar de tumores, una herramienta fundamental en la medicina oncoquirúrgica moderna.
Desde este mismo centro nos explican que, en los últimos años, la inmunoterapia se ha posicionado como opción prometedora para tratar el cáncer de páncreas. Concretamente, el ensayo clínico fase II “Combat” muestra como un modesto número de pacientes con cáncer de páncreas ha demostrado una mejoría pronóstica gracias a la inmunoterapia, aunque su utilización todavía está restringida.
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