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Christopher Newman: "A Spielberg o Lucas no les gustaría ser más importantes que sus películas"

3/05/2023 - 

MURCIA. “Es la primera vez que hago esto, ahora entiendo cuando los actores y actrices se cansan de días y días de promoción”. Christopher Newman no está acostumbrado a los maratones de entrevistas con medios de comunicación, aunque ha participado en algunas de las producciones más mediáticas de las últimas décadas. En el cine, como productor asistente, para directores de la talla de George Lucas o Sally Potter. De Hermanos de Sangre a Notting Hill, de Match Point a Cristal Oscuro.

Pero su gran salto profesional ha sido pasar a la primera línea de producción con Juego de Tronos. Se dice pronto. Más tarde, ha recalado en Los anillos del poder. Es decir, dos de las producciones televisivas más grandes de la historia de la televisión. Esta semana, invitado por el festival LABdeSeries, tuvo tiempo para hablar sobre la profesión y la industria con Culturplaza.

- ¿Cuánta distancia ha de tener un productor de un director?
- Bueno, puedo contestarte desde mi experiencia. En el caso del cine, seguramente no veas a los productores en un set de rodaje porque el director está creando lo que se ha consensuado, así que el productor ja ha hecho su trabajo. En la televisión (especialmente la norteamericana, donde los productores también pueden ser guionistas y controlan más el producto), los directores son más “encargados” de grabar el episodio.

Eso es también un trabajo de maestría, porque tienes que dirigir algo usando las herramientas de tu experiencia pero también cuidando la narración [storytelling] y la coherencia con otros episodios. Y además, tienes que hacerlo a tiempo, porque es un mundo que no permite salirse de la agenda acordada. Todo eso tienen que equilibrar.

A todo esto añadiría el hecho de que los actores y actrices son también narradores. Da igual lo que haya escrito, porque el texto sale, finalmente, de ellos. Por eso es importante que estén cómodos. Cada día están en la cuerda floja, intentando mantener la verosimilitud en un rodaje lleno de ruido y cosas que no ayudan a ello. En mi trabajo como productor asistente me he centrado mucho en que nada sobrepase al elenco.

Ahora que trabajo como productor, Juego de Tronos ha sido toda una nueva experiencia. Los directores querían que los productores estuvieran durante el rodaje para que se aseguraran de rodar todo lo que estaba escrito en un papel, como estaba escrito en el papel. No es tarea fácil, porque simultáneamente teníamos que estar en el rodaje y preparando otros episodios.

En todo caso, no quiero hablar de un productor como un mago que hace todo el trabajo porque un rodaje se trata de algo muy colectivo. En Juego de Tronos, de hecho, dividimos el equipo en dos: yo me encargaba de los rodajes en Belfast o Islandia, mientras mi compañera se encargaba de España o Croacia. Aunque rodábamos separados, ella ha sido mi compañera porque empezamos juntos, creando las temporadas junto a los guionistas. Cuando un barco ya está listo para salir al mar, no se sigue construyendo, ya está completamente preparado.

Foto: DANIEL GARCÍA-SALA

- ¿Y qué pasa cuando el director es George Lucas o Steven Spielberg? ¿Cómo afecta su prestigio a la atmósfera de un rodaje?
- Bueno, yo diría que los directores cuyos nombres son más grandes que las películas que dirigen no querrían que fuera así. Por supuesto, sobretodo para un equipo que no suele encontrarse con esos directores en Inglaterra, gente con una gran reputación en Hollywood o Europa, trabajar con ellos es el trabajo de sus vidas. Eso se debería quitar de la cabeza, porque ellos no quieren ser tratados de una manera diferente: ellos no se sienten Steven Spielberg; son simplemente Steve, que está haciendo una película. Creo que para ellos es importante mantener esta modestia. Si estás involucrado en una película suya y le das más importancia de la que tienen para el proyecto, seguramente no estés haciendo bien tu trabajo.

- En Juego de Tronos has estado a cargo de la segunda unidad de producción. ¿En qué consiste esta?
- Desde la primera temporada, algunas secuencias se tenían que rodar después, o re-grabar. Pero el director del capítulo ya está haciendo otro trabajo. La manera de poder conseguir esas imágenes que faltan o que complementan lo que hay es encargándoselas a alguien que sepa hacer rodar y conozca el proyecto. Desde que entré en Juego de Tronos supe que tenía que adquirir experiencia para saber cómo hacer un plano o insertar algo en uno, o pasar tres semanas haciendo secuencias en un croma. En todo caso, tenía que hacerlo desde la visión del director. Era la manera de no tener que contratar a alguien ajeno solo para esas tres semanas o ese plano.

En todo caso, yo no podía tomar decisiones porque sí: hay un equipo, por ejemplo, de efectos visuales que necesitan que la toma sea de una manera. Es un tarea fácil, en realidad, porque lo único que tienes que hacer es encajar en lo que ya está hecho, no crear desde cero.

- Cuentas en un breve resumen biográfico que una de tus experiencias más importantes fue en Hermanos de Sangre, de HBO. ¿Qué ha supuesto HBO para la historia de la televisión?
- HBO tuvo una visión lúcida de la televisión. Su lema era “It’s not TV, It’s HBO” [“No es televisión, es HBO”]. Tenían un misión diferente. Les ayudó el hecho de no tener que preocuparse por los anunciantes. Así podían contar las historias de manera diferente. No tenían que tener las mismas preocupaciones de las cadenas generalistas, al igual que ahora las plataformas tampoco tienen que hacerlo.

Lo que sí creo importante de la televisión tradicional es el sistema de un capítulo semanal. Es normal que el público diga “quiero el siguiente ya”, pero no es necesario que sea así. Generar la esperar también es interesante. En el arte de narrar, crear el misterio y hacer esperar siempre ha existido. Y lo importante, en todo caso, es el relato.

La narración no ha cambiado. Está bien poder decir que cuando veas mi serie en la televisión, bajes las luces y tengas un buen sonido, pero hay que hacer que la historia sobrepase cualquiera de esas cosas. No puedes confiar en un sonido THX o Dolby 5.1 para hacer tu historia, de la misma manera que no puedes confiar en grandes escenas de batalla para hacer tu historia. Puedes tener grandes escenas de batalla, pero ¿en quién estás interesado en la batalla?: estás pensando en realidad “¿morirá Jon Snow?” Juego de Tronos probó que la gente podía morir inesperadamente, así que no podías confiar en que nadie sobreviviera. Fue un buen truco que no idearon David Benioff y D.B. Weiss, si no que ya estaba en los libros.

- Dicen que la televisión es el nuevo cine. Pero, desde dentro, ¿se ve así? ¿Las dinámicas son similares?
- A los productores en televisión les gusta re-editar. Tienen el guion y tienen el material filmado, pero a veces quieren cambiar ciertas cosas. Los directores que trabajan en televisión saben que, a lo mejor, su historia cambiará en edición, así que tienen que proporcionar todo el material posible para que pueda cambiar casi todo. También puedes hacer algo en un croma y ya decidir exactamente qué habrá en él. Hay cierta procrastinación, en plan “esta escena parece que no funciona, pero ya la haremos funcionar”. Luego están las series procedimentales, que se ruedan en diez días y se emiten casi todas las semanas. En ellas disfrutas de los crímenes y los personajes, pero no es más que entretenimiento para una noche. 

Para mí, el cine siempre ha sido un evento. Me sigue gustando ir al cine, pero ahora somos más selectivos. Mis gustos son los de mi edad. No estoy muy interesado en los buques insignia de los estudios [tent-pole movies] que se estrenan ahora porque tienden a ser películas dirigidas, principalmente, a recaudar porque han costado mucho. Prefiero la experiencia de sentarme en un cine y disfrutar sin que el sonido y demás asalten mis sentimientos. Quiero creerme las cosas.

El eslogan de la primera película de Superman fue “creerás que un hombre puede volar”. ¡Y la verdad es que hicieron un trabajazo en 1977! Recuerdo estar en el plató con Christopher Reeve y con su doble, y Chris me convencía más que el propio doble que podía volar porque tenía de serie la elegancia.

- De repente el mundo se ha convertido en un plató. ¿Qué retos hay en la tarea de buscar localizaciones?
- Las localizaciones ayudan a la historia. Esto es una obviedad. Pero otra cosa es cuando se convierten en un personaje más. Los edificios y las ciudades pueden serlo, pero cuando hablamos de la Madre Naturaleza… No concibo hacer una película sobre lugares extraordinarios sin rodarlo directamente allí, porque tiene incluso una repercusión en la gente que está en el rodaje. Cuando rodamos Juego de Tronos en Islandia, todo era tan real, hacía tanto frío, que cada actor estaba involucrado en la historia. Con Hermanos de Sangre, que era una serie sobre la guerra… Y era todo tan real que sabías que estabas haciendo algo muy especial. Si intentaras hacer eso en un plató artificial, estarías perdiéndote algo. A lo mejor cuando me haga mayor me canso de viajar y digo “que lo hagan virtual”, pero por ahora nada de eso.

- Tendrás que aprovechar tu visita a València para echarle un vistazo a lugares como la Ciutat de Les Arts i les Ciències.
- Sí, conozco el lugar desde hace mucho tiempo, antes de saber que iba a venir aquí, porque buscamos arquitecturas futuristas para un proyecto. Iré seguro.

Foto: DANIEL GARCÍA-SALA

- Hablabas antes del cine como un evento. Ahora que hay tantas producciones con un movimiento fan más reactivo, ¿eso se traslada a las producciones?
- Sin duda es un factor del que se habla en los despachos: ¿qué pensarán los fans de estos? Pero hay que tener en cuenta que el movimiento fan no es un parecer único, sino diverso. si yo estuviera en posición de decidir en una producción con una comunidad fan importante, recomendaría no intentar contentar a todo el mundo, porque al final no contentarás a nadie. Tienes estar satisfecho con lo que los personajes hacen porque, otra vez, todo depende de la narración.

La reacción fan, en el mal sentido, puede arruinar un proyecto. Te haré una analogía: cuando rodamos Sobrevivir a Picasso con James Ivory, no pudimos utilizar ningún cuadro del pintor porque no teníamos los derechos. ¿Qué hubiera pasado si Picasso hubiera tenido una comunidad fan? En las últimas películas de Star Wars, ocurrió que había momentos en los que aparecían personajes que claramente estaban ahí para contentar al público. El cine no es como un concierto de los Stones en el que el speaker le pregunta al público si les gustaría ver algún invitado y de repente aparece Van Morrison. Eso funciona en un concierto, pero no en el cine. Tiene que haber una buena razón para todo. La idea de que no salir mal una historia con una comunidad fan grande ya se ha demostrado que no es cierta. 

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