Hoy es 25 de abril y se habla de

la presentación de solicitudes finaliza hoy

Chiringuitos: la historia se repite, el verano arrancará y los negocios no llegarán a tiempo a las playas de Cartagena

10/05/2021 - 

CARTAGENA. A mediados de julio de 2017, la que por entonces era concejal del PP en la oposición en el Ayuntamiento de Cartagena Esperanza Nieto lamentaba que no hubiera finalizado todavía el proceso de licitación de todos los chiringuitos de Cartagena. Tras calificar como "chapuza" el procedimiento administrativo de hace cuatro años, la edil -que ahora es la concejala de Hacienda en el gobierno local- criticó la "falta de diálogo y trabajo" de los concejales responsables, lo que dio lugar, en su opinión, "a más problemas que soluciones". Y añadía que "el Ayuntamiento está para facilitar a los empresarios la apertura de negocios y no para poner zancadillas".  

Unos meses antes, en abril de ese fatídico 2017 la Asociación de Chiringuitos de Cartagena (Achica) celebró una protesta contra la entonces edil de Turismo, Obdulia Gómez, "por las ilegalidades cometidas en el proceso de licitación de los chiringuitos". "Debido a la incompetencia de López y Castejón, los chiringuitos de nuestra comarca van a permanecer cerrados durante todas las vacaciones. Esto supone un duro golpe para el Turismo y para los ingresos de cientos de familias", criticaba por su parte el portavoz municipal del PP, Francisco Espejo.

Este lunes, 10 de mayo de 2021, se cierra, a partir de las 23.59 horas, el proceso para presentar las licitaciones a los 45 lotes de chiringuitos repartidos por las playas de Cartagena. Pero los que ha presentado andan apurando los tiempos para presentar la documentación y no son nada optimistas: "Para el 10 de julio no tenemos los establecimientos montados en las playas", asegura uno de ellos. 

Las condiciones en el proceso se han modificado y lo consideran un "embrollo". "Es una documentación muy farragosa. Es muy difícil que haya chiringuitos antes del uno de julio", añadía el licitador, que recordaba el "cabreo" que hay entre los empresarios del sector, por los retrasos que siguen considerando inexplicables. "Esto es culpa del Ayuntamiento de Cartagena, que ha vuelto a retrasarlo todo", como ya ocurriera en el anterior proceso licitador hace cuatro años.

Se plantean los licitadores, mientras tramitan los expedientes, varias dudas "¿cuándo haya dos empresas que pujan por el mismo espacio se hará un sorteo. ¡Ni que esto fuera la Champions League!" dice uno de ellos, quien no descarta que haya impugnaciones en el proceso de empresarios que llevan muchos años colocando su instalación hostelera en la playa y que un nuevo licitador les arrebate el lote.  

La pasada semana algunos de los empresarios que reúnen la documentación mantuvieron una reunión en Hostecar, quien ha tratado de guiarlos en el proceso paso a paso, poniendo ejemplos prácticos para que los empresarios presentaran en tiempo y forma todo sin quedarse en el camino. Se han encontrado con obstáculos como no tener la firma digital o el hecho de percibir más complejidad por hacerlo todo online.

Se han bajado de tres a dos las ofertas que los licitadores deben presentar por cada autorización y se ha recortado una semana el periodo previo a la apertura de plicas.

Por primera vez, tiene más peso en el procedimiento los criterios de calidad en la autorización, que será de cuatro años de duración y renovable cada temporada, y no solo el criterio económico. Además, entre las novedades que plantea esta autorización es que se elimina durante el primer año el canon municipal para reducir los costes a los hosteleros en el actual contexto de crisis económica, lo que supondrá según el Ayuntamiento un ahorro para los hosteleros de 130.000 euros.

Igualmente, se limita el peso de la puja a cinco veces la cuantía de salida para que no solo tengan opción a estas instalaciones los mejores postores. También como novedad, se tendrá en cuenta la calidad de los proyectos hosteleros y no se concederán directamente por subasta, valorando aspectos como la sostenibilidad ambiental y la reducción del impacto paisajístico, además de la disposición de medios electrónicos para el pago o las consultas telemáticas de la carta de menú.

El plazo acaba este lunes, pero el culebrón, como ya ocurriera en 2017, lleva camino de convertirse en una ‘serpiente de verano’.

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