CARTAGENA. Cartagena es la única ciudad de la Región con más de 50.000 habitantes que tiene activada su zona de bajas emisiones (ZBE), tal y como obliga la ley desde el pasado lunes. Lorca, Murcia y Molina de Segura, al contrario, se encuentran en pleno proceso de tramitación. A pesar de la obligatoriedad, no está previsto, al menos de momento, que aquellas ciudades que no la hayan activado sufran sanciones. Desde hace tres años eran conscientes de la necesidad de tomar medidas, de establecer leyes, de restringir el acceso de vehículos contaminantes a sus centros urbanos. Sin embargo, algunas no han tomado ninguna acción, y otras están atrapadas en un interminable mar de burocracia y sesiones de los consejos municipales.
La Zona de Bajas Emisiones es un área geográfica establecida por las autoridades locales donde se aplican restricciones al tráfico para reducir la contaminación del aire, mejorar la calidad del aire y promover una movilidad más sostenible. Estas zonas restringen el acceso de vehículos más contaminantes, fomentando el uso de vehículos más limpios y modos de transporte alternativos como el transporte público, bicicletas y peatones.
Cartagena tiene delimitadas sus ZBE, una es el casco antiguo y la otra el área entre Reina Victoria, Paseo Alfonso XIII, Juan de la Cosa y Ramón y Cajal.
En todas se han instalado sensores ambientales y cámaras de tráfico, que están arrojando parámetros ambientales y del tráfico, que servirán para la toma de decisiones.
En los paneles informativos que se están terminando de instalar y entrarán en funcionamiento próximamente se informará de la situación y de las medidas que se deban adoptar llegado el caso, como puede ser cerrar al tráfico algunas calles.
Cartagena no ha optado por la restricción sino por la educación y fomentar el uso del transporte público. El cambio normativo que está en proceso posiblemente obligue a la imposición de algún tipo de sanción, pero el objetivo es que estas medidas se apliquen en Cartagena en base a los datos que se obtengan sobre el comportamiento de los usuarios.
El Proyecto CartaGO! es la hoja de ruta que está siguiendo el Ayuntamiento, donde se contempla a futuro la creación de las denominadas “superamanzanas”, que es un nuevo concepto urbano de convivencia de peatones y tráfico, y que se podrán diseñar y/o configurar en base a la información que se obtenga de todos los sistemas instalados.
La implantación de la Zona de Bajas Emisiones en Cartagena no hace necesario el uso de las etiquetas ambientales, y tampoco se establecen prohibiciones de tráfico rodado. La ordenanza de Cartagena establece medidas de fomento del transporte público y la movilidad sostenible para reducir la contaminación, pero no prohibiciones.
La zona de bajas emisiones (ZBE) de Cartagena es el área delimitada por dos conjuntos distintos, tal y como indicábamos unas líneas más arriba. El primero es Casco Histórico que comprende el perímetro creado por la calle Real, calle Carlos III, calle Capitanes Ripoll, Avenida Trovero Marín, la Cuesta del Batel y el Paseo Alfonso XII. En el interior de este perímetro se fomentará el uso peatonal del espacio público, manteniendo el tráfico rodado para acceso a las viviendas y garajes, el transporte de mercancías y suministros para el comercio.
El otro conjunto será el del Ensanche, delimitado por el perímetro que forma el Paseo de Alfonso XIII, La Alameda de San Antón, la Avenida Reina Victoria y la calle Juan de la Cosa. En esta zona se fomentará el calmado del tráfico mediante la creación de supermanzanas que desincentivan el paso de vehículos por zonas interiores para reducir la contaminación y los ruidos para los vecinos.
Todas estas zonas estarán controladas con sistemas de medición de aforos, sonido y contaminación que permitirán tomar decisiones sobre el tráfico en tiempo real para reducir su impacto.
En España, la normativa sobre Zonas de Bajas Emisiones está regulada por la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que establece la obligatoriedad de implementar ZBE en ciudades de más de 50,000 habitantes antes de 2023. Los requisitos principales son:
Restricción de acceso a vehículos contaminantes: Se basa en las etiquetas ambientales de la Dirección General de Tráfico (DGT), que clasifican los vehículos en función de sus emisiones:
Medidas complementarias: Las ZBE suelen ir acompañadas de otras medidas como la mejora del transporte público, creación de carriles bici, zonas peatonales, y promoción de la movilidad eléctrica.
Control y sanciones: Las autoridades locales establecen sistemas de vigilancia y control, y se aplican sanciones a quienes incumplen las restricciones de acceso.
