Foto: EPMURCIA. Los mayores de Barriomar, Cabezo de Torres y Beniaján tendrán quién les atienda durante los dos próximos años. Así se desprende de las adjudicaciones para la gestión sociosanitaria de los centros de día de estas pedanías murcianas para las que el Ayuntamiento ha destinado más de 3 millones de euros en conjunto. En concreto, estos contratos han entrado en vigor este pasado 16 de noviembre y tendrán una vigencia de 27 meses.
En Barriomar, la empresa de Valladolid Aralia S.A. ha resultado ganadora frente a otras cuatro competidoras con un precio final de 872.248 euros. Por tanto, será la compañía encargada de realizar este servicio hasta la extinción del contrato.
Por su parte, en Cabezo de Torres la mejor oferta ha sido presentada por la sociedad con sede en Tarragona Residencia Ballus, pues también ha conseguido imponerse sobre sus cuatro competidoras y presentar la mejor oferta con un precio de 862.842,25 euros.
Por último, la compañía madrileña Sacyr Social será la encargada de atender a las personas que acudan al centro de día de Beniaján durante los próximos 27 meses con un contrato por valor de 1.120.323,68 euros.
En cuanto a los criterios de adjudicación, el 49% de la nota está basada en el precio ofrecido, mientras que otro 32% se fundamentará en un juicio de valor sobre la oferta técnica presentada por cada empresa. Por tanto, al haber presentado cada una la mejor oferta para sus respectivos lotes sin incurrir en un precio anormalmente bajo han sido las seleccionadas para desempeñar esta labor.
En específico, esta labor consiste en la atención a personas mayores y en situación de dependencia en estos centros municipales, pues estos están concebidos como "equipamiento especializado de carácter socio-rehabilitador que permite mantener y recuperar la autonomía de la persona mayor", de acuerdo con las especificaciones del Ayuntamiento de Murcia.
También esta institución reconoce el papel cada vez más protagonista de estos espacios como resultado del paulatino envejecimiento de la población, así como "el cambio en las estructuras familiares con la incorporación de la mujer al mundo laboral", lo que genera una necesidad de reforzar la atención a la tercera edad por parte de los organismos públicos.
