MURCIA. Convertir la Cárcel Vieja de Murcia en el epicentro cultural de la ciudad ha sido una de los proyectos estratégicos del alcalde Ballesta, quien sin embargo no pudo inaugurar la primera fase de las obras al ser desalojado el Grupo Popular de la Glorieta por medio de una moción de cesura. Pero José Ballesta ha vuelto a coger el bastón de mando tras las pasadas elecciones -con mayoría absoluta- y no ha tardado mucho en 'reconquistar' para su Gobierno la recuperación de esta joya del patrimonio murciano.
Así ha quedado de manifiesto este lunes en la presentación de las próximas actuaciones en el emblemático edificio, donde el alcalde ha estado acompañado por la vicealcaldesa y concejala de Patrimonio, Rebeca Pérez; el concejal de Cultura, Diego Avilés; el edil de Turismo, Jesús Pacheco; y el concejal de Pedanías, Marco Antonio Fernández, además de por los arquitectos del proyecto. La zona de actuación abarca el edificio de internos y el módulo trasero y comprende una superficie superior a los 4.500 metros cuadrados.
Ballesta ha querido recordar que el proyecto 'Muros Etéreos' fue elegido entre 20 propuestas en concurso público en 2017, siendo licitada la primera fase en 2018 y adjudicada en 2019 (todo ello bajo el Gobierno del Grupo Popular). Ahora, y tras un paréntesis de dos años, Ballesta ha puesto de manifiesto que no se ha avanzado en la puesta en marcha de la segunda fase. Es más, ha sostenido que existe una ayuda de 3 millones de los Fondos Next Generation que se perderán si la obra no está ejecutada a finales de 2024. Un plazo que no se podrá cumplir al no haber nada redactado ni avanzado al respecto, según ha señalado el primer edil.
Ante esta situación, Ballesta ha añadido que se ha visto obligado a pedir una prórroga de dos año y a reunirse de manera inmediata con los técnicos para rediseñar una estrategia y no perder esos 3 millones "tan importantes". Para ello, se ha decidido finalmente acometer la segunda fase en dos etapas.
Rebeca Pérez explicó que la Fase 2.1, que es la que se ha puesto en marcha, consistirá en la consolidación del antiguo muro interno y de las cubiertas del pabellón original, así como la restauración conservadora de la fachada. Uno de los hitos de esta etapa será la reconstrucción de la cúpula central que se vino abajo en 2009.
La parte del edificio que se rehabilitará por dentro será la más cercana a la entrada, con un vestibulo, dos espacios que se convertirán en salas multiusos, una gran sala de exposiciones central (de dos alturas) y los patios de los reclusos que se ajardinarán para que formen parte de la vida de los murcianos.
Se trata de una actuación sobre 1.700 metros cuadrados de los 3.700 que tendrían la segunda fase en total; a esto hay que sumar otros mil metros de las zonas ajardinadas de los patios El proyecto se redactará en lo que va de año y una vez adjudicado se realizará en un plazo de 18 meses. La inversión necesaria para acometer los trabajos previstos en la primera parte de la segunda fase es de 6,6 millones. De ellos, el Ayuntamiento recibió 3 millones de financiación europea y deberá aportar los 3,6 restantes.
