Hace calor, mucho calor y mi sistema nervioso se ve alterado. El cuerpo lo sabe y mi estado general es de fatiga, mareo y cambios de humor. La adrenalina está al acecho. También hace humedad, que ayuda a estar peor. No olvidemos las necesarias moscas y mosquitos, que además de polinizar, zampar boñigas, reciclar cadáveres en descomposición y alimentar a otros animales, se dedican a molestar, picar, joder... La única fórmula para combatir este estado de malestar es tener ingresos suficientes para gastar en acondicionados, placer y satisfacción personal.
No me gustan las fiestas ni las celebraciones ni los santos ni los cumpleaños ni cualquier actividad en la que haya que cumplir. Debo de ser raro. Igual arrastro algún problema desde mi niñez, pero esa presión de aparentar ser feliz y compartir momentos programados me tiene sin cuidao. Intento no participar en nada y mucho menos organizar. Me gustaría excusarme y salir de viaje, pero cuando se es tan pobre que vas a misa por la hostia, lo mejor es quedarse en casa y no molestar. Por lo general el deporte y su práctica me la pela. Me gusta ganar, pero como nunca he sido competitivo, pues nunca he ganado en nada, pronto pierdo el interés. Quien practica alguno, diga lo que diga, lo hace más por el qué dirán y el gustar que por sentirse sano, fuerte y alguna motivación personal. Como no me importa mucho lo que de mí piense el resto, me he acomodado en una feliz y caótica vida sedentaria.
¿Esforzarme y dejar el sofá por puro narcisismo?... ¡Anda yaaaa! Ahora disfruto de sobrepeso, colesterol, una diabetes tipo 2, miastenia y desajustes cardiovasculares que he podido frenar a base de implantes de stents en mis arterias, y por supuesto ese gazpacho crónico de Twicor, Ebymect, Ixia+, Ticagrelor y Mestinon a cascoporro. Como recompensa a esa actitud he perdido autoestima, capacidad de concentración y apetencia sexual, pero eso sí, y estoy orgulloso, he ganado en mala leche, mala pata, mal genio y hasta en mala reputación.
Soy español. ¿A qué quieres que te gane? España gana la Eurocopa; Sergio García lo hace en Valderrama; en Donington Park, triple podio español en el Mundial de Motociclismo femenino; Alcaraz gana en Winbledon; oro femenino en tres cintas y dos pelotas en la Copa del Mundo de Cluj-Napoca, y el equipo de Diego Botín gana el Mundial SailGP. Todo en un mismo fin de semana. ¡¡¡Pues me tiene sin cuidado y nada de eso me la pone dura!!!
Y ya que estamos, también gozo de disfunción eréctil, ¡faltaría más! Y eso que consumo gran cantidad de pistachos. Algo impide que tenga erecciones lo suficientemente firmes como para mantener relaciones sexuales satisfactorias. Pero no me importa mucho, he encontrado una buena solución: he sustituido el andar por la Viagra y la bicicleta por el Cialis. Los resultados son los mismos o mejores, aunque ahora soy campeón del mundo en ardor de estómago y medallista en dolor de cabeza. Nada que no quite un Almax y un Optalidón.
Y claro, este cúmulo de enfermedades, inestabilidad laboral, conflictos personales y suculentas drogalinas me crea un estado de irritabilidad que complica la gestión de esos mismos problemas y, lo más importante, la relación con los demás. Porque no soporto las muestras de afecto ni los abrazos ni por supuesto que alguien toque algo de mi cuerpo. Vivo en un estado de mal humor permanente y critico contra todos los que blablabla... Espero que pronto acabe este calor.
* Este artículo se publicó originalmente en el número 118 (agosto 2024) de la revista Plaza