MURCIA. 'Año de nieves, año de bienes', reza el dicho. Pero aunque los efectos de la nieve son positivos para la agricultura, los de las heladas no lo son tanto. Por eso hay máxima alerta en el campo murciano, en especial en las zonas del Campo de Cartagena y Valle del Guadalentín, debido a los efectos que las bajas temperaturas pueden provocar en las cosechas regionales.
"El fin de semana ya se produjeron heladas en el Campo de Cartagena y el Valle de Guadentín y estas últimas madrugadas, con la bajada de temperaturas en toda la Región, afectará a numerosas cultivos", explica Alfonso Gálvez, secretario general de Asaja, que señala que "los efectos de la nieve van a ser positivos, sobre todo en los frutales porque ayuda a que haya una buena floración" ero en otros cultivos resulta perjudicial.
Es el caso de los cítricos, como el limón, la naranja o la mandarina, que se encuentran en plena temporada de corte para su recolección, "tenemos bastante preocupación y esperamos efectos negativos en la producción", apunta. "Puede provocar una pérdida de producción entorno al 20% incluso más si continúa el frío" tal y como está previsto con otro frente que llegaría la próxima semana.
"La Región de Murcia es la última despensa de toda Europa cuando hay frentes fríos para suministrar verduras y hortalizas"
Junto a los cítricos, también se han visto afectadas las producciones de hortalizas y verduras como la alcachofa, la lechuga o el apio, “que son las más perjudicadas por las heladas"
También se ha reducido la oferta de hortalizas por la combinación entre las bajas temperaturas producidas por la ola de frío y la dificultad que han tenido los transportistas de llegar a destino, por lo que el abastecimiento en algunos lugares está teniendo dificultades.
"El suministro está garantizado", asegura Gálvez. "Ya lo hemos vivido otras veces. La Región de Murcia es la última despensa de toda Europa cuando hay frentes fríos para suministrar verduras y hortalizas". Lo único que hace falta, incide, "es agua, que algunos políticos no se dan cuenta del carácter estratégico que tiene".
La parte más positiva de esta ola de frío es que "al reducirse la oferta, los precios han subido", algo que el sector reclamaba desde hacía tiempo ya que en algunos casos estaban vendiendo por debajo de los costes de producción. "Las cotizaciones han aumentado un 30%, lo que es algo bastante positivo para aquellos que no hayan tenido pérdidas de cultivo", apunta.
