MURCIA. Alcantarilla es la localidad de la Región más segura para tener una vivienda. Así de desprende de los datos de la nueva edición del Barómetro de Seguridad de Securitas Direct, un estudio que la compañía realiza de forma anual apoyándose en los saltos de alarmas e intrusiones de más de 1,3 millones de clientes.
De este modo, los datos del estudio indican que Alcantarilla se posiciona como la ciudad con menor volumen de intrusiones a viviendas de la Comunidad, lo que hace que se posicione entre las 25 más seguras del país. Menos de un 0,3% de los usuarios de esta zona han visto cómo saltaba la alarma de su domicilio al detectar la presencia de intrusos.
Además de Alcantarilla, que lidera el listado de los municipios más seguros de Murcia, hay otras localidades con buen posicionamiento dentro de las más de 250 ciudades analizadas en le estudio en todo el territorio nacional.
Así, le siguen de cerca Lorca y Yecla, en los puestos 51 y 54 respectivamente, con una ratio de intrusión por debajo o igual al 0,5%. Completan el top 10 Cartagena (0,8%), Cieza (0,9%), Molina de Segura (0,9%), Águilas (1%), Torre-Pacheco (1,1%), San Javier (1,2%) y Totana (1,3%). La capital de la Región está en el puesto undécimo, con un 1,4%, seguida de Mazarrón, con un 1,5%.
"España es uno de los países más seguros de Europa gracias, en su mayor parte, a la colaboración del sector de la seguridad privada con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad", explica Laura Gonzalvo, Directora de Comunicación y RSC de Securitas Direct.
Para evitar la intrusión en viviendas o al menos dificultarla, "siempre hay detalles a tener en cuenta para evitar riesgos innecesarios, como no acumular correo en el buzón y que la vivienda pueda parecer habitada en todo momento. Nuestra prioridad para que podamos disfrutar de unas vacaciones seguras es la combinación de medidas físicas con medidas electrónicas, que consideramos el ideal de seguridad”, detalla Gonzalvo.
Los elementos físicos son todos aquellos que hacen que el ladrón invierta tiempo para acceder al hogar o negocio y le obliga, además, a hacer mucho ruido para poder derribar esas barreras, dejándole más expuesto a ser sorprendido, como rejas, cerraduras, puertas blindadas.
Los elementos electrónicos son, ante todo, disuasorios y, en caso de que el ladrón decida finalmente acceder a la instalación, le apremian a abandonarla, como una alarma conectada a una central receptora de alarmas, o dispositivos más modernos que expulsan humo denso y muy molesto que obliga al intruso a abandonar la instalación de inmediato.
