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Retrasar el tratamiento del agrandamiento de la próstata puede producir lesiones en la vejiga y en los riñones

12/11/2020 - 

MURCIA. Atendiendo a los criterios establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para su definición, la hiperplasia benigna de próstata comienza a manifestarse a partir de los 40 años y su incidencia va en aumento desde entonces hasta afectar a más del 30% de los hombres mayores de 60 años.

“La HBP (hiperplasia benigna de próstata) o agrandamiento de la próstata es un proceso benigno que afecta a varones a partir de los 40-45 años. Consiste en un crecimiento de la parte glandular de la próstata que puede generar problemas urinarios como dificultad para orinar, menor fuerza del chorro, aumento del número de veces por día y/o necesidad de levantarse por la noche para ir a orinar”, explica el doctor José Luis Palmero, urólogo de Vithas Aguas Vivas y Vithas Valencia 9 de Octubre.

Pese a ser un proceso benigno, la HBP puede menoscabar notablemente la calidad de vida de quien la padece. En este sentido, existe un rango de tolerancia que depende mucho de la vivencia de cada paciente y su percepción de convivencia de los síntomas con su rutina diaria. Pero no hay que perder de vista que no buscar soluciones ante el agravamiento de los síntomas puede acarrear problemas de salud añadidos como infecciones de orina recurrentes, lesiones en riñones o vejiga, cálculos en la vejiga o incontinencia urinaria. En ocasiones, sucede que quienes padecen de HBP resistente al tratamiento farmacológico posponen la solución quirúrgica por miedo a sus efectos secundarios, entre ellos, la disfunción eréctil y la incontinencia. La cirugía con tecnología láser ha supuesto un avance notable en el tratamiento de la HBP; reduce riesgos, acorta tiempo de hospitalización y facilita la incorporación a la rutina diaria.

Menos efectos secundarios; más seguridad

La cirugía láser de próstata ayuda a reducir los síntomas urinarios causados por la hiperplasia prostática benigna, entre los que se incluyen los siguientes: necesidad frecuente y urgente de orinar, dificultad para comenzar a orinar, orina lenta (prolongada), orinar con más frecuencia durante la noche, detenerse y comenzar a orinar nuevamente, sensación de no poder vaciar la vejiga por completo, infecciones de las vías urinarias.

Las opciones terapéuticas se pueden dividir en procedimientos por cirugía abierta y procedimientos endoscópicos transuretrales (cirugía endoscópica). La cirugía abierta está prácticamente en desuso; en la actualidad, priman los procedimientos quirúrgicos mínimamente invasivos, entre los que destacan los realizados con tecnología láser. “Son procedimientos efectivos y seguros, con escasas complicaciones, o si aparecen, de escasa gravedad y que permiten una rápida incorporación o vuelta del paciente a su vida habitual”, explica el doctor José Luis Palmero,tamiento de la HBP ha permitido realizar intervenciones igual de efectivas que las anteriores y mucho más seguras ya que las complicaciones son menores y de escasa gravedad. Una de las principales ventajas del empleo del láser en este tipo de intervenciones es que el riesgo de hemorragia prácticamente desaparece. “Es una gran ventaja puesto que reduce el tiempo de hospitalización, reduce el tiempo de sonda en el postoperatorio y con ello la cirugía resulta muy cómoda para el paciente”, explica el Dr. Palmero.  Esta ventaja es de vital importancia en pacientes con problemas cardiacos, pacientes que toman fármacos anticoagulantes y/o antiagregantes ... “puesto que en estos casos las hemorragias postoperatorias pueden tener peores consecuencias”.

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