MURCIA. El paro en España el pasado mes de julio se situó en 3.773.034 desempleados. La cifra oficial no incluye a los trabajadores que se encuentran en suspensión de empleo a consecuencia de un ERTE por lo que la cantidad de personas sin ocupación en ese momento sería mayor. Una vez finalizados los ERTE, algunos podrán volver a sus puestos de trabajo, pero otros no lo harán, bien porque la empresa ha optado por el cierre definitivo, bien porque, con una demanda en declive, la fuerza laboral necesaria será menor. Habrá llegado entonces la hora de buscar un nuevo empleo, una de las consecuencias más temidas de la crisis de la Covid-19.
Según el estudio Jóvenes españoles: Coronavirus, formación y futuro realizado por Edix, Instituto de Expertos Digitales de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), la mayoría de los jóvenes indica que ve frustradas sus aspiraciones profesionales tras la crisis del coronavirus. Exactamente el 52,8%, frente a un 41,1% que se declara optimista. Asimismo, el 61,8% de los jóvenes consultados considera que su sector o el ámbito profesional en el que se han desenvuelto hasta ahora, se verá afectado por el impacto de la digitalización a la vez que 4 de cada 10 declaran no sentirse suficientemente preparados para mejorar sus condiciones laborales o encontrar un nuevo empleo.
Amparándose en argumentos como éste, ha lanzado Juanjo Amorín, emprendedor en serie y cofundador, entre otras, de Terra, Edix, un proyecto con el que se propone revolucionar la FP en nuestro país adaptando la formación básica a las nuevas habilidades que requieren las organizaciones. El objetivo de Edix es formar en diez meses a profesionales en los nuevos oficios que están surgiendo en torno a la transformación digital de todas las industrias, desde la agro hasta la geriátrica, y convertirlos en expertos digitales en áreas como el copywriting, growth marketing o la gestión de un ecommerce. A esta nueva orientación de la FP se refiere Amorín cuando habla de reskilling, el reseteo de la habilidades profesionales al entorno online como una opción con expectativas laborales dentro de lo que denomina el ‘digital work’.
El proyecto de Amorín está alineado con la Agenda España Digital 2025 presentada a finales de julio por Pedro Sánchez en uno de cuyos puntos se recoge la necesidad de “reforzar las competencias digitales de los trabajadores y del conjunto de la ciudadanía” poniendo “especial énfasis en las necesidades del mercado laboral”. El objetivo, se especifica, es que “en 2025, el 80% de las personas tengan competencias digitales básicas y que la mitad de ellas sean mujeres”.
Y si la digitalización de los procesos productivos marca una línea en el nuevo mercado laboral, el teletrabajo traza otra. Pensando en ésta, en septiembre abrirá sus puertas un Work Escape Reset en Zahara de los Atunes (Cádiz) en el que se podrá practicar el ‘workation’, la suma en inglés de work (trabajo) y vacation (vacaciones). Se trata del nuevo proyecto de los fundadores de la Company Builder Unlimiteck, responsable también del espacio para emprendedores TheCUBE, en Madrid.
Bautizado como Zahara HUB, la iniciativa trata de aprovechar la deslocalización laboral impulsada por el teletrabajo y la Covid ofreciendo un espacio en el que aunar productividad, eficiencia e innovación en un entorno de trabajo placentero alejado de las grandes urbes. Se trata de una villa de 4.500 m2, distribuidos en siete habitaciones y ocho espacios de trabajo, con vistas al mar con el que se pretende alcanzar el equilibrio personal y profesional. “Las corporaciones necesitan experimentar modelos de workation para innovar al ritmo que marca el mercado. Está demostrado que se trata de una forma más eficiente y productiva y de una gran oportunidad para fomentar la creatividad y la armonía, que se traduce, en muchas ocasiones, en nuevas ideas y soluciones innovadoras”, subraya Alberto Rodríguez de Lama, cofundador de Unlimiteck.
La alternativa no es de poca importancia si se tiene en cuenta que el estrés y la ansiedad son algunos de los riesgos psicosociales más extendidos en las organizaciones por el impacto emocional de la pandemia. Así lo pone de manifiesto el estudio de Cigna COVID-19 Global Impact, según cual el 67% de los españoles confesaba haberse sentirse estresado durante el confinamiento.
Este es otro de los problemas agravados por la pandemia. Pese a estar todos en casa, el confinamiento ha dilatado, en muchos casos, la jornada laboral y ha dificultado el equilibrio entre las tareas profesionales y personales. Buscando una solución a esta circunstancia y al cierre de los colegios, el equipo fundador de Nannyfy optó por dar un giro a su actividad inicial -un marketplace para conectar familias con Nannys de confianza y contratar un servicio on-demand o recurrente- y poner el foco principal en el online. Así, de proporcionar niñeras a domicilio, las nannys pasaron a socializar y entretener en directo a grupos de no más de 7 niños de edad similar con E-activities en una especie de aula virtual. La acogida fue brutal, de manera que solo en el mes de marzo facturaron lo mismo que en todo 2019. Ya en el mes de abril, sumaron otros 3.000 nuevos niños.
El otro filón que ha encontrado esta startup para seguir creciendo es el Nannyfy Business. Orientados al B2B, cuentan ya con más de 50 grandes corporaciones como clientes que ofrecen la solución a sus empleados como beneficio social y apoyo a la conciliación. “A raíz de este problema, las empresas se han dado cuenta de que no tienen ningún beneficio social contratado para la parte de conciliación y en estos momentos te aseguro que agradecen más la ayuda con los niños mientras los padres teletrabajan que el ticket restaurante”, sostiene Claudia de la Riva Valls, CEO y cofundadora.