El analista valora la mayor OPV de la historia de la compañía más contaminante del mundo, que ironías del destino -o no- se produce en plena Cumbre del Clima
MADRID. El pasado miércoles fue un día histórico para los mercados por la salida a bolsa de la mayor compañía en términos de capitalización del mundo: Aramco (Arabian American Oil). La compañía, controlada por el Gobierno de Arabia Saudí, alcanza con su precio de salida de bolsa una cotización de aproximadamente de 1,8 billones de dólares americanos, la mayor OPV de la historia de la bolsa. El precio de salida era de 32 riales (8,5 dólares) pero en los primeros minutos de comercio se apreciaba hasta los 9,5 dólares al tipo de cambio, convirtiéndose en la primera compañía del mundo con una capitalización superior a 2 billones de dólares. Recordemos que hablamos de billones europeos.
Es importante mencionar que la salida a bolsa ha sido tan solo del 1,5% del capital flotante, suponiendo esta una valoración en torno a 25.600 millones de dólares. El parqué de inicio de la compañía ha sido en la Bbolsa de Riad a través del índice Tadawul. Tal y como comentaban desde la compañía, el objetivo de la salida a bolsa es la financiación de proyectos de inversión alternativos al petróleo con objetivo de diversificar la economía de Arabia Saudi.
Pero analicemos un poco más en detalle los motivos por los cuales Aramco parece tan interesante y por tanto tan valiosa en bolsa. El principal motivo de interés de Aramco es su alta implicación en la producción mundial de petróleo -rondando esta el 10% de la misma- situándolo como la primera compañía en términos de producción.
El segundo factor importante a tener en cuenta es la astronómica cifra de beneficio neto que mostró en 2018. En concreto, el año pasado alcanzó la friolera de 111.100 millones de dólares, llegando a doblar a Apple en beneficio. Básicamente esta cifra de beneficio viene explicada por los bajos costes operativos de producción. Por otra parte, la compañía tiene acceso a reservas ya probadas de 250.000 barriles de petróleo y gas y, por lo tanto, tiene unas calidades crediticias muy altas.
De cara al futuro deberemos observar cual es la evolución del precio del petróleo, puesto que este es el principal indicador de referencia de cara a calcular los ingresos y por tanto beneficio neto de la compañía. De hecho este año con las caídas de precio comparadas con las de 2018, el beneficio neto se espera menor que el del año pasado puesto que ya los resultados del primer semestre mostraban una caída del 10% aproximadamente. Por otra parte, hemos de tener en cuenta la alta implicación del gobierno en esta empresa, lo que podría suponer riesgos en escenarios de ataque al gobierno.
Finalmente otro de los riesgos que acechan en el largo plazo al valor es el giro hacia energías renovables e industrias no dependientes del petróleo, dado su alto grado de contaminación. Resulta relativamente chistoso, que en medio de Cumbre del Clima (COP25), la compañía arábica más contaminante del mundo salga a bolsa para hacer historia.
Ignacio Serrats es analista de XTB