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El número de empresas familiares con pérdidas se triplicó en 2020 

La empresa familiar reprocha a Calviño la subida de impuestos que amenacen la continuidad de las empresas

11/05/2021 - 

MADRID (EFE). El número de empresas familiares que registraron pérdidas en 2020 se triplicó respecto al año anterior por la pandemia, según el Observatorio de la Empresa Familiar, elaborado por el Instituto de Empresa Familiar (IEF) y Deloitte.

El estudio, que ha contado con la participación de 442 empresas, resalta que las compañías que no han tenido beneficios han pasando del 4 % al 12 %. Asimismo, más de la mitad de las empresas objeto del Observatorio (el 57 %) vieron descender su facturación mientras que el 36 % consiguió aumentarla.

A pesar de ello, el 62 % de las empresas han conseguido aumentar o mantener la plantilla y sólo el 38 % la redujeron. Respecto a la presencia internacional de las empresas familiares, el estudio revela que el 65 % de las compañías exportaron en 2020 y que el porcentaje medio de la facturación proveniente del exterior fue del 35 %

Durante su intervención en la presentación del estudio, el presidente del IEF, Marc Puig, ha reclamado al Gobierno la creación de "un entorno favorable para la inversión", con reglas "claras y predecibles".

En este sentido, ha reivindicado un entorno "que no sea hostil" y que permita a los agentes económicos desarrollar sus proyectos "en igualdad de condiciones con sus competidores europeos".

Puig ha recordado que países como Francia, Alemania, Italia, Portugal o Grecia dedican un mayor porcentaje de sus recursos a ayudas directas y reducen la carga fiscal, mientras que en España "la aumentamos o pretendemos aumentarla" con la intención de alcanzar el 40 % del PIB, lo que significará incrementarla seis puntos.

"Entendemos y apoyamos los esfuerzos para reequilibrar nuestras cuentas públicas (...). Sólo pedimos estabilidad y disponer de un marco tributario que no nos penalice competitivamente. Un marco que no ponga en riesgo nuestra continuidad como empresas", ha resaltado.

Durante la clausura del acto, la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha explicado que las prioridades del Ejecutivo actualmente, entre otras, son acelerar el proceso de vacunación y seguir protegiendo la estabilidad financiera, el tejido productivo, el empleo y las rentas de las familias.

Calviño ha hecho hincapié en la necesidad de cuadrar las cuentas públicas cuando vuelva el crecimiento y que entre 2020 y 2021 España tendrá que emitir aproximadamente 150.000 millones de euros de deuda.

La vicepresidenta ha aludido también al déficit de inversión y ha considerado "imprescindible" aprovechar los tres próximos años para inyectar 70.000 millones de euros en inversión pública y movilizar fondos para digitalización, educación o sostenibilidad. 

El IEF rechaza subidas fiscales que resten competitividad

El presidente del Instituto de la Empresa Familiar ha lamentado que se han sentido "excluidos" de los procesos de deliberación sobre los fondos europeos, de los que España prevé recibir 140.000 millones hasta 2026 para abordar reformas e inversiones.

Según ha explicado Puig, el IEF realizó en colaboración con IESE un diseño para el despliegue del Plan de Recuperación, con iniciativas publico-privadas "que no tuvo seguimiento". "Nuestro compromiso institucional es incuestionable, pero nos cuesta entender por qué no se aprovecha las ventajas de una actuación conjunta administración-empresas", ha remarcado.

Sobre los objetivos en cuanto a fiscalidad del plan, Puig ha asegurado que desde el IEF apoyan los esfuerzos para reequilibrar las cuentas públicas, pero ha pedido que ese marco tributario no penalice a España competitivamente ni amenace la continuidad de las empresas, mientras que en materia laboral, ha reclamado convertir su eje principal en combatir el desempleo y la situación de los jóvenes.

Ejemplo de Italia: bajada de impuestos 

Como ejemplo de cuál debe ser, en su opinión, el camino adecuado, Puig ha citado el caso de Italia y el plan de recuperación que va a poner en marcha el Gobierno que preside Mario Draghi, y que ha resumido en tres ideas: bajada de impuestos, menos burocracia y más competencia. Y eso que, en su opinión, no es Italia precisamente "el ejemplo de país con niveles de deuda menores que el de España".

Además, ha destacado el logro del 86% de aval parlamentario italiano, lo que supone una garantía de continuidad en el tiempo. "Se deben abordar los retos de futuro mediante un acuerdo amplio", ha insistido Puig.

Marc Puig recalcó que algunas de las medidas incluidas en el plan de recuperación, como las subidas de impuestos que afectan a las empresas, son una carga adicional para unas compañías que llevan 13 meses en un escenario de ingresos cero “sin ayudas directas y sin rebajas de la carga fiscal”.

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