MURCIA. El que fuera máximo responsable de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional y quien destapó la Gürtel, el inspector jefe Manuel Morocho, ha sido imputado por un presunto delito de falsedad documental relacionado con las actas de los registros de esa misma operación policial. La magistrada del Juzgado de Instrucción Número 39 de Madrid le ha citado a declarar a él, y al policía que hizo las labores de secretario en los registros practicados en el caso Gürtel.
La querella contra Morocho la interpuso uno de los cerebros de la trama corrupta, Pablo Crespo. La juez no ha tenido más remedio que citarlo después de que, tras un recurso del querellante porque ésta había inadmitido la causa, la Audiencia Provincial de Madrid obligara a reabrir el caso.
Pablo Crespo se querelló tras escuchar las respuestas del policía a las preguntas realizadas por el abogado de Correa, Juan Carlos Navarro, en el juicio de Fitur. De hecho, la juez instructora ha librado un oficio al Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat para que envíen una copia del video del interrogatorio.
En su querella, Crespo achaca a los policías un delito continuado de falsedad en documento público y oficial porque, según su versión, firmaron simultáneamente en febrero de 2009, en pleno estallido del caso Gürtel, varias actas de los registros y otras relacionadas con el interrogatorio a una de las detenidas en la trama, Isabel Jordán, a la vez, hecho que según ellos resultaría imposible.
En la querella no es la primera vez que la defensa utiliza la presunta falsedad. Tras el interrogatorio durante el juicio de Fitur, el abogado de Crespo planteó en el juicio de la pieza conocida como Época I el tema de las actas. Sin embargo, la sala de la Audiencia Nacional que juzgó y condenó en aquel juicio expuso en su sentencia que, no hubiera sido prudente anular los registros, ya que si eran tan graves “lo razonable es que hubieran sido objeto de una denuncia”.
Y dicho y hecho. La defensa de Crespo se querelló contra Morocho y su compañero citando la propia sentencia de la Audiencia Nacional, pero la magistrada madrileña que recibió la causa lo archivó de plano, de hecho directamente la inadmitió. Crespo recurrió. Y la Audiencia Provincial de Madrid esgrimió en un auto que la inadmisión de la querella por no motivar la perpetración del delito era contrario a la ley.
El magistrado ponente, tal como explicó Infolibre, argumentó que: "La fase de instrucción no tiene como finalidad la plena acreditación de los hechos objeto de imputación, ya que solo se puede declarar probada la comisión de un hecho delictivo tras la práctica de la prueba en el acto plenario [el juicio], excepción hecha de la prueba anticipada o preconstituida". Y que, por tanto, “esta querella ha de ser admitida”.
La querella presentada por Pablo Crespo no es la primera a la que se enfrenta Manuel Morocho. Durante su declaración en uno de los juicios de la Gürtel explicó que su unidad recibió hasta siete querellas por parte del entorno del Partido Popular a raíz de que estallase el escándalo de corrupción en el año 2009.
El extesorero del PP Luis Bárcenas, el exdiputado por Segovia del PP Jesús Merino, ambos acusados en esta causa, y el exministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, entre otros, se querellaron contra el inspector Manuel Morocho y su unidad. Todos sus intentos fueron archivados por la justicia, hasta ahora.
El verdadero problema de esta querella es que, si prosigue y termina en sentencia condenatoria, las condenas previas que ha habido en los diferentes juicios de las diferentes piezas de la Gürtel deberían revisarse, pues las entradas y registros quedarían automáticamente anuladas, lo que también conlleva la nulidad de todas las sentencias firmes hasta la fecha.