Mostró cierta volatilidad en su debut -algo esperado-, dado que los títulos que se negociaron fueron los que dispusieron los accionistas de Bankinter
MADRID. Solo habían pasado 19 minutos del estreno bursátil de Línea Directa el último jueves de abril, cuando se hizo un hueco en el precio respecto a los 1,32 euros por acción al que entregó los títulos a los accionistas de Bankinter. El primer precio que marcó en el parqué fue de 1,661 euros, lo que representó una fuerte revalorización del 25,8%.
Podríamos decir que el estreno mostró cierta volatilidad -de alguna manera esperada-, dado que los títulos que se negociaron fueron los que dispusieron los accionistas de Bankinter. Al ser un listing directo por la escisión de Línea Directa del balance del banco, no se emitieron acciones nuevas y, por lo tanto, lo que vimos fueron las que se pusieron a disposición del mercado por parte de los propios inversores minoristas. Por supuesto, también podríamos asumir que la propia Bankinter de ese 17% que va a mantener del accionariado, algunas hubiera podido vender en la sesión.
El pico máximo se alcanzaba en los 1,751 euros por acción, lo que representó un incremento respecto al precio de referencia del 32,65%. Pero de ahí fue reculando para volver a la casilla de salida antes de la sesión americana; mientras que con los datos macroeconómicos procedentes del otro lado del Atlántico se vio una corrección de prácticamente todas las plazas europeas. Ello supuso que Línea Directa llegara a caer por debajo del precio al que debutó.
También, y de manera extraordinaria, el selectivo español, el Ibex 35 tuvo durante la jornada del pasado jueves un componente más -Línea Directa-, con lo que pasó a ser el 'Ibex 36'.
Darío García es analista de XTB