La coprotagonista se despide de Sandra tras tres temporadas en la que "la actriz ha crecido con el personajes"
MURCIA. El jueves se estrenaron los primeros dos episodios de la tercera temporada de Mira lo que has hecho. La serie de Berto Romero, disponible en Movistar+ se despide habiendo conseguido crear un recorrido para casi cada personaje, pasando de la telecomedia del primer capítulo a la dramedia y madurando en forma y discurso a lo largo de estas tres partes. Una de las evoluciones más interesantes es la de Sandra, la mujer y madre coprotagonista que, si bien sus conflictos han estado ligados por la maternidad en las dos primeras temporadas, en esta última tanda se deja mirar más allá. Eva Ugarte, la actriz que ha interpretado este papel en la ficción, cede unos minutos a las preguntas de Culturplaza.
- ¿Qué tal los días de telepromoción y, a la vez, de despedida de la serie?
- Todas las promociones siempre son muy apabullantes, porque son muchos medios y por qué acabas estresada. Pero esta, encima, está siendo muy rara, porque también hay muchas entrevistas vía teléfono, vía Zoom, Berto y yo solo nos hemos visto para Late Motiv, cuando las semanas de promo había mucho de compartir. Está siendo muy intensa y emotiva porque, aunque la cabeza tenga claro que es la última, ya la hemos grabado, nos hemos despedido, lo hemos asimilado... Hay algo de cierre, de parto, de pensar que ya está, y que si alguna vez se vuelve a esta serie, ya se verá con el tiempo. Estábamos el otro día. Berto y yo nos vemos muy ternuscos, muy a punto de llorar, pero muy contentos porque además está llegando mucho, como se quería que llegase.
- ¿Cómo llevas eso de despedirte del personaje que más has interpretado en toda tu carrera?
- Yo nunca había estado tanto tiempo con un personaje ni habiendo evolucionando tanto porque, por ejemplo, en teatro el personaje se queda ahí, siempre vuelve a la misma casilla y acaba igual. Ha sido muy enriquecedor porque yo he evolucionado y aprendido muchísimo como actriz. Aprendí muchas cosas de un rodaje, por ejemplo, porque cuando vas a rodar menos días no te da tiempo, pero cuando estás ahí todos los días 12 horas, empiezas a ver un montón de cosas técnicas que a los actores no nos nos explican nunca y que tampoco tenemos que saberlas, pero que ayudan mucho luego a la destreza, al hacer. Y luego, he aprendido una barbaridad como persona. Yo a Sandra le considero una amiga y una asistenta, es lo que me sale decir. De asistente sueles tener a alguien de confianza en tu casa, que te ayuda a poner orden, que te ayuda a limpiarla, y yo he sido así para Sandra y ella para mí. Y aunque somos muy diferentes, ha habido aprendizaje porque también siempre hay cosas en común con el personaje que te pones. Las dos tenemos la exigencia bastante alta y, las dos, en esta temporada y en el transcurso de la serie, hemos aprendido también mucho que esta exigencia realmente está en una misma y que, para todo la vida y para ser madre sobre todo, hay que aceptar equivocarse.
- En realidad, el gran cambio para Sandra es no centrar sus tramas en la maternidad...
- Esto también era parte del plan de cómo seguir manteniendo un personaje, pero cómo hacerle también crecer y evolucionar. Con el personaje de Berto se ha planteado una crisis de identidad en esta etapa con problemas que tienen más que ver con lo de fuera que dentro de casa, y también queríamos hablar de Sandra. A mí me interesaba mucho, cuando hablábamos de posible tramas, hablar de cuando ya la mujer llega a algo muy estable, tiene su familia y sus hijos y han pasado los primeros años de dificultad de la maternidad y paternidad, cómo se pueden hacer cambios, sobre todo con un trabajo tan tan serio y tan vocacional como el de anestesista, en el caso de Sandra. Me interesaba mucho ver un susto, un salto, una decisión de "qué hago con mi vida, con mi profesión y con el dinero" y eso ayuda a abrir la cabeza y pensar que, aunque tengas la edad que tengas, un cambio viene bien para revisar las cosas y a uno mismo.
- En la serie, el personaje de Berto dice, en un momento dado, que se cuentan los fracasos y que las victorias se las guarda.
- Más que fracaso o victoria, es más un "mira lo que has hecho": muestra mas los conflictos y aquello que provoca conflicto, no tanto un fracaso; y que lo bonito y lo armonioso y lo pacífico, que por supuesto está, se lo guardan para ellos. Claro que hay momentos de calma pero eso se muestra menos, porque de eso también poco podemos aprender. Si nos muestra solo una familia feliz que juega, que come, que habla, que aprende y todo muy bien, no tiene nada de interesante para el espectador porque no le propones ningún ejercicio mental. Pero si pasando lo que pasan, se consigue sacar humor y parece que esta pareja hace equipo y esta familia funciona, entonces hay una aventura que contar.
- Aunque se vende como "la serie de Berto Romero", tu implicación en el proyecto también ha ido evolucionando, ¿no?
- Es la serie de Berto, y es así, porque es el creador, el protagonista y va sobre su vida, así que me parece muy bien que se conozca así. Luego, es verdad que Berto es muy generoso, y desde el segundo día de rodaje de la primera temporada ya nos comentó sus ideas para una posible segunda temporada y quería abrirse y escuchar ideas. Yo vengo de la costumbre de crear todo el rato, de estar en proyectos y aportar, hacer... De hecho, ahora me tengo que decir "Eva, concéntrate solo en lo tuyo y no te metas en ningún departamento más porque es como mejor funciona, que cada uno haga su trabajo", pero también es verdad que me gusta tanto lo que hago, que tengo un montón de ideas y me entrego mucho. Soy una actriz muy generosa y me he topado con un compañero también muy generoso, que encima es el creador, que escucha y tenemos mucha química y complicidad. Me han dejado ir a alguna reunión de guión y propuse algunas ideas de la segunda temporada. Para la tercera, Berto me preguntó directamente tramas para Sandra y yo le propuse la de los zumos, entre otras ideas... Es muy chulo porque me han escuchado y así también se aporta más y es más rico cuando lo haces más tuyo, hay un punto especial y más personal que simplemente haciendo tu papel y ya.
- Supongo que temas tan contemporáneos como los que se plantean, los debates acaban yendo más allá de tu personaje...
- Me gustan mucho los temas que se plantean: me gusta que nos revisemos el horario de pantallas de los niños, que revisemos el acordarnos de las anteriores generaciones cuando hemos crecido y las diferencias con el ahora, qué me ha servido la generación de mis padres y qué me está sirviendo de la generación de ahora... Porque claro igual que antes "eran muy brutos y te daban un guantazo en cuanto tal", ahora a los niños cuatro horas con una pantalla pegada. Todavía no sabemos qué es mejor, qué es peor, pero sí es interesante esa reflexión de "a mí qué me sirve más o en qué creo yo más". También todos los temas respecto a los límites del humor, la hipersensibilidad, el qué se hace con los miedos, los prejuicios, el cómo afrontar la pérdida de unos padres... A mí todos los temas que saca la serie, como actriz y como persona, me interesan. Mira lo que has hecho no se puede decir que es una serie que no vaya sobre la maternidad o la paternidad (obviamente, va sobre la familia) pero se abre muchísimos temas y a que reflexionemos sin sentar cátedra de nada, jugando con mucho ingenio.
- Una última pregunta. Como esta temporada también va de meterse en charcos, y se le suele acusar a los actores y actrices españolas de implicarse de más o de menos, ¿tú quieres meterte en ellos?
- Yo prefiero acudir a los refranes, que tienen mucho de sabiduría popular: de este agua nunca beberé y nunca digas nunca. A mí, hoy por hoy no me interesa meterme en muchos charcos, charquitos que solo te salpican sobre todo. Si hay un tema por el que mojarse, yo me meto al océano, me pongo el buzo y que caiga lo que caiga. Cuando estás en una profesión de cara al público, sea la que sea, tú tienes que aceptar tanto la crítica como el halago, si no todo se va mucho al ego. Si uno realmente si utiliza su imagen o su figura, o su persona para poner voz para intentar hacer algo para algún movimiento, que al menos sea con conciencia. Pero si es para chasmurrear (me acabo de inventar esta palabra, pero se me entiende), no. Yo no soy tuitera y mucha gente me dice "qué bien habla de ti todo el mundo", pero claro, cómo van a hablar mal de mi, si yo no me meto con nadie ni provoco. No soy muy lianta pero lo dicho, si hay que mojarse, lo hago sin problema, simplemente no quiero charquitos.