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el certificado será una realidad a partir del 1 de julio

El Parlamento consigue que los Estados miembros acepten el pasaporte covid y abaraten las PCR

21/05/2021 - 

BRUSELAS. El "pasaporte covid" será una realidad a partir del 1 de julio y permitirá a los ciudadanos europeos recuperar la libertad de circulación por el espacio Schengen. Así lo han aprobado el Parlamento, la Comisión y el Consejo europeos después de dos meses de duras negaciones en las que los Estados no querían perder la soberanía sobre sus fronteras interiores. Lo más significativo es que se llamará “EU Digital Covid Certificate”, abandonado el eufemismo de Certificado Digital Verde, se abaratarán los tests de PCR y se aceptarán los de antígenos.

Un Reglamento garantizará la aceptación por el Consejo del “pasaporte covid”, que permitirá a los ciudadanos la libre circulación por todo el territorio de la Unión Europea (UE). Ha hecho falta una ley europea obligatoria para que los Estados Miembros cedan soberanía y reconozcan la competencia europea de un certificado único y reconocido por todos por igual, sin restricciones adicionales ni cuarentenas para entrar en otro país de la UE.

La buena noticia la dio el eurodiputado socialista Juan Fernando López Aguilar, que describió el calvario de trílogos, -reuniones entre el Parlamento, la Comisión y el Consejo- en la ultimas semanas, para obligar al Consejo a reconocer la competencia de la UE sobre sus fronteras interiores. Pese a que hace meses que se está hablando de un certificado conjunto que reconozca la inmunidad contra la covid, a través de tests o vacunas, los Estados ya estaban preparando certificados nacionales e incluso regionales, sin contar con su interoperabilidad en el resto de países.

“‘Estoy vacunado. Por favor, déjame entrar’. Éste es el principio”, resumió López Aguilar de forma contundente. El eurodiputado explicó que, "después de la serie agotadora de trílogos, con más de cinco horas de duras negociaciones, se ha alcanzado un compromiso político que debe ser refrendado en la comisión LIBE -que él preside-, la próxima semana”. El objetivo es que pueda ser aprobado definitivamente en el primer pleno del 7 de junio y pueda entrar en vigor, asumiendo los Estados Miembros las infraestructuras tecnológicas, el 1 de julio. “Espero que sea una buena noticia para marcar la diferencia del verano 2021 y no se parezca a la pesadilla del 2020”, añadió. 

Vuelve Schengen

A finales de marzo la Comisión aceptaba la iniciativa del Parlamento y se aprobó en abril el procedimiento de urgencia para comenzar a dialogar. “La presión ha hecho que el mandato parlamentario del pleno de abril haya tenido que materializarse en sesiones agotadoras con un Consejo que en las dos primeras rondas no mostró ningún compromiso con el mandato del Parlamento Europeo, que ha querido desde el inicio de la pandemia relanzar la libre circulación en Schengen y el derecho fundamental más valorado por la ciudadanía europea”, explicó vehementemente el eurodiputado socialista. 

El Reglamento ha pasado ha pasado un examen exhaustivo por parte del Parlamento, en 15 artículos, pese a que “no ha obtenido lo que exigíamos. Pero hemos mejorado sustancialmente la propuesta de la Comisión”, dijo López Aguilar. 

Visiblemente enfadado, el eurodiputado apeló a la “inseguridad jurídica y discriminatoria, con el coste insufrible de las pruebas que ha sido necesario acreditar para cruzar fronteras en la UE”. Y añadió que “era una opción fundamental que esas opciones de certificación fuesen universalmente accesibles y reducidas sustancialmente en su coste”. Para ello, la Comisión aprobó un fondo de emergencia de 100 millones para tests PCR y 35 millones más para tests de antígenos. 

"El abaratamiento del coste de las pruebas, mientras duren, fue un punto de encuentro en este trílogo de desencuentros”, declaró López Aguilar. E insistió en la importancia de que los Estados aceptasen la limitación de su soberanía nacional, a la que se aferran como competencia nacional irrenunciable”. En el Reglamento dice que la regla general es el certificado para que se abra la puerta a la libre circulación. 

Y sólo excepcionalmente, en caso de que la evolución epidemiológica lo exija y lo certifique el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC, en inglés), con criterios de proporcionalidad, se podrán adoptar otros requisitos previo aviso de 48 horas. “Hemos acabado con lo que decían era un derecho nacional de los Estados, que adoptaban las medidas oportunas por restringir la entrada de ciudadanos europeos, sin ninguna referencia a las recomendaciones europeas de la Comisión”, recriminó el eurodiputado a los Estados miembros. 

FOTO: EFE

Incluye el test serológico

También se introduce el test serológico, con menos soporte científico, peor que certifica haber superado la enfermedad y haberse inmunizado. Esta prueba debe ser evaluada por la Comisión en los próximos cuatro meses. También se ha logrado que el Consejo acepte que el certificado puede ser válido si los ciudadanos europeos se vacunan fuera de la UE con vacunas autorizadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, en inglés).

“El Consejo se ha movido en la dirección del Parlamento europeo con dificultades, teniendo en cuenta que la posición de partida era garantizar la salud pública. Pero se ha superado esa fase de inseguridad jurídica, expuesta a la arbitrariedad y a la discriminación de los ciudadanos, con una acumulación de medidas de emergencia, con restricción de la circulación por los Estados miembros y sin ningún control de la UE”, defendió López Aguilar. 

Además, este certificado cuenta con un instrumento europeo, un Reglamento, que es da seguridad juridica y entrará en vigor antes del verano. "Es una alternativa mejor que las medidas impuestas unilateralmente por los Estados, con certificados regionales que estaban preparado, por ejemplo, los landers alemanes, con una situación obscura, discriminatoria e insegura”, comentó el presidente de LIBE. 

Desaparece el Plan B

El eurodiputado explicó que “el Parlamento ha hecho su trabajo con dificultades porque tiene sólo una opción legislar. Mientras que el Consejo Europeo tenía un plan B, la potestad absoluta sin contar con la seguridad jurídica de la UE”.

Además, dio la primicia del nuevo nombre. A nadie gustaba lo del Certificado Verde Digital, porque no era descriptivo de un certificado sanitario. “Se llamará EU Digital Covid Certificate”, dijo. Y, añadió, “no será certificado verde. No tenía ningún sentido. Es un certificado unitario, que recupera la confianza de los ciudadanos para disfrutar de la libre circulación a medida que la vacuna avance y la gente se anime de nuevo a reservar vacaciones en familia o a volver a coger el coche o el tren y viajar entre las fronteras interiores de la UE en ese espacio de libre circulación que nos ha fallado durante más de un año”, mnifestó López Aguilar triunfalmente. 

Entre las dificultades a salvar, desveló que el Consejo quería imponer restricciones adicionales una vez el certificado entrara en vigor. “Hemos peleado que el certificado es una diferencia, un antes y un después. Será la excepción sujeta a leyes europeas”, dijo. La Comisión ha ejercido su papel de mediador, ademas de poner a disposición los 100 millones del Instrumento de Emergencia para ayudar a los Estados miembros a controlar la inmunología del visitante.

El Consejo debe ahora acelerar los trámites para que los Estados estén preparados tecnológicamente y garantizar las infraestructuras críticas entre las administraciones sanitaria. El certificado será automático y universal. Cada vez que alguien se haga una PCR o se vacune, le expedirán el certificado digital a través de una aplicación movil. Aunque también estará disponible en papel. Pero lo importante es que será homogéneo y unitario en toda la UE.

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