MURCIA. Elena Santolaria, optometrista de Vithas Castellón, ahonda en la incidencia del virus, da las claves para poder proteger los ojos e indica que "la llegada del verano implica extremar el cuidado de los ojos limitando la exposición directa al sol, usando gafas de sol adecuadas y no abusando de los aires acondicionados". Pero, además, en estos días donde la incidencia de la covid-19 es elevada, "hay que tener en cuenta que una de las puertas de entrada a nuestro organismo del virus son los ojos".
“En cuanto a la presencia del virus sobre la superficie ocular, -afirma la profesional-, diferentes estudios concluyen que la relación de pacientes positivos que muestran conjuntivitis es del 1 al 3% según países. Por tanto, debido a la controversia de los estudios hasta el momento parece poco probable que el ojo sea una vía de transmisión principal de la enfermedad”. En cuanto a los síntomas, la especialista añade que “el 10% de los pacientes que han contraído la enfermedad presentan síntomas como ojo seco, sensación de cuerpo extraño, enrojecimiento ocular, lagrimeo, picor o dolor ocular”.
Con respecto al uso en concreto de las lentes de contacto, la especialista afirma que “no existen datos en los que se muestre que el riesgo de infección por SARS-CoV-2 sea más probable en los usuarios de lentes de contacto y tampoco de desarrollar la covid-19 con respecto a los usuarios de gafas o a los que no usan nada, por tanto, no hay riesgo a no ser que sea por una mala higiene. Tampoco existen diferencias entre los diferentes materiales de las lentes de contacto en cuanto a manifestar más riesgo de contraer la enfermedad y tampoco hay diferencias en cuanto a la eficacia de las diferentes soluciones de limpieza de estas, por tanto, es igual de seguro usar lentes de contacto diarias que de reemplazo mensual que requieran un sistema de mantenimiento y limpieza”.
La duda de si las gafas protegen a las personas de desarrollar la enfermedad vírica, la especialista subraya que “no hay respaldo científico al respecto debido a que estas no realizan un sellado completo de la zona, así pues, si se requiere una protección ocular frente a un paciente covid, las gafas deberían de quedar selladas a la cara. Cabe recordar que el virus puede sobrevivir 2-3 días sobre las superficies de plásticos o metales, por tanto, una vez más la higiene de las gafas con agua y jabón regularmente es fundamental ya que el riesgo de transmisión en este sentido sería alto”.
Según Elena Santolaria, “es importante recordar que cuando un usuario de lentes de contacto enferma, debe dejar de usarlas y sustituirlas por gafas graduadas, ya que las enfermedades por infección en las vías altas tienen más riesgo de desarrollar tantas queratitis microbianas como infiltrados, y cuando se vuelva al uso de las lentes de contacto debe ser tras la supervisión del médico oftalmólogo, con lentes de contacto nuevas y estuche nuevo”
El 18% de las personas manifiestan sentir sus ojos secos con el uso de las mascarillas. “Por tanto, si el uso de la mascarilla ha desencadenado una mayor sequedad ocular, debido al cambio de la circulación del aire, se debe de ajustar la mascarilla mejor por la zona nasal para disminuir la evaporación de la lágrima y se pueda mejorar esta situación usando lágrimas artificiales que un médico u óptico-optometrista aconseje”, comenta Santolaria.
“Además, -afirma la profesional-, el uso de las mascarillas puede desencadenar orzuelos y chalazión (infecciones en forma redondeada en los bordes de párpado y pestañas), debido al nivel de bacterias que puede contener la respiración. Esta situación se mejora con la limpieza de los párpados con productos especiales que regulan la cantidad de bacterias presentes en los bordes del párpado, así como el lavado de las mascarillas con agua caliente o la sustitución de estas según las indicaciones del fabricante. Se recomienda lavados rutinarios por la noche y pegado con cinta adhesiva de la mascarilla a la nariz”.