MURCIA. Se dice pronto, pero son muchos días, demasiados, tantos como 271 los que habrán transcurrido sin que se haya oído el rugido de la grada celebrando un gol o una canasta, protestando una decisión arbitral, apoyando al equipo propio o abucheando al rival… vamos, lo que es la esencia del deporte.
Desde aquel ya lejano 8 de marzo y hasta este viernes 4 de diciembre la pandemia del coronavirus habrá dejado sin aficionados los eventos deportivos disputados en la Región, donde se aplicó la tabla rasa y se prohibió el acceso de espectadores a los recintos, a diferencia de lo acordado en otras comunidades autónomas como, sin ir más lejos, las limítrofes de Andalucía y Valencia, donde sí se permitió que se poblaran las gradas aunque con restricciones y limitaciones.
El segundo domingo de marzo trajo consigo los últimos encuentros con hinchada y ese día en el que, por ejemplo, el Fútbol Club Cartagena se impuso por 0-2 en Córdoba ante casi 10.000 fieles blanquiverdes y el Real Murcia ganó por 2-1 al Don Benito remontando delante de 4.965 espectadores en el estadio Enrique Roca, fue el último en el que los deportistas sintieron de verdad el aliento o la presión mientras se jugaban los puntos.
Ha habido que esperar casi nueves meses para que la situación se parezca en algo a aquello y el encuentro que este viernes a las cuatro y media de la tarde disputará el Jimbee Cartagena frente al Levante en el Palacio de Deportes dará el pistoletazo de salida a esa nueva normalidad a la que se llega después de que la covid-19 esté dando una tregua.
Se prevé que a ese recinto, que como los demás se preparará para cumplir con el protocolo pertinente, puedan asistir entre 500 y 1.000 espectadores.
La decisión adoptada y que se argumenta con el descenso de contagios será celebrada por los clubes y por los aficionados, aunque ahora habrá que ver cómo se gestiona, pues el acceso no será indiscriminado y habrá que cumplir una serie de normas de seguridad sanitaria como el uso obligatorio de mascarilla, el mantenimiento de la distancia de seguridad de un metro y medio, el control en los accesos de temperatura corporal, que no debe superar los 37,5 grados, y la elaboración de un registro de asistencia de espectadores que, en todo caso, deberán permanecer sentados durante el transcurso de la actividad, dejando al menos libre una butaca entre personas, y sin comer, ni beber -sólo se permite ingerir agua-, ni fumar.
Tal y como se señala en la orden de la consejería de Turismo, Juventud y Deportes de la Comunidad Autónoma publicada en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM), en las instalaciones cubiertas de más de 4.000 localidades y en las instalaciones al aire libre de más de 10.000 los asientos deberán estar preasignados.
Además, los flujos de acceso del público a las instalaciones deportivas deberán hacerse evitando las aglomeraciones teniendo en cuenta el número de puertas de acceso que tenga cada recinto.
Es lo que hay y se debe cumplir para reiniciar una nueva etapa en la que poder volver a disfrutar del deporte y las competiciones. En estos nueves meses han tenido lugar eventos importantes e hitos como el ascenso del Cartagena a Segunda División en un estadio La Rosaleda sin aficionados o el sonado triunfo del UCAM Murcia Club Baloncesto ante el Barça en la Liga Endesa. ElPozo Murcia se jugó y perdió frente al Barcelona el título de la Liga de Campeones de fútbol en un Palau Blaugrana vacío y más cerca, en Pinatar Arena, se disputaron los play off de ascenso aSegunda B y a Tercera…
Esos acontecimientos ya son pasado y el presente y el futuro dibuja un nuevo panorama por fin con aficionados viéndolo desde cerca tras tantos meses de espera. El Jimbee-Levante será en ese sentido un encuentro especial en un fin de semana en el que también habrá público en la Región en el derbi Yeclano Deportivo-UCAM, en el Real Murcia-Córdoba y en el Lorca Deportiva-Recreativo Granada.