La verdad por delante, no soy especial fan de los programas de cocina, ahora bien, la patria chica tira y cuando supe que en la final de Top Chef teníamos a una paisana lo seguí modelo ‘madre de la Pantoja’. Aumentó mi interés cuando un buen amigo me envía un mensaje de Whatsapp: “Mi prima Rakel Cernicharo está en la final de Top Chef, ¿vamos a cenar a su restaurante?”

Y cuando todo parecía perfecto, cenar en el local de la reciente ganadora del programa donde el inefable Chicote se come la pantalla y casi a algún concursante, se truncó por un fallo técnico y no pudo ser. Pero hubo una segunda oportunidad y la providencia quiso que fuera ‘la última cena’, sí, la última en el local que ocupaba la Kasa de Rakel –Karak– en la calle Baja.

En el minúsculo reservado que casi compartía espacio con los fogones, disfrutamos de las creaciones de esta chef que en menos de un mes estrenará nuevo y flamante espacio en un céntrico hotel. El restaurante estaba lleno (lleva así meses) y entre las mesas estaban el empresario Pedro Catalán y su mujer Macarena López de Mondolirondo junto a una pareja de amigos. Era la última cena que servía la inagotable Rakel en ese coqueto local en el corazón del barrio del Carmen.

Allí disfrutamos y saboreamos el black salmón, la coca casera de cristal y morcilla, el bacalao y pan tempura o el cerdo ibérico con miel de caña y romero. Pero lo mejor la simpatía y cercanía de Rakel quien no dudó en pasar un rato y contarnos su nuevo proyecto. Entre los comensales de esa última cena estuvieron el abogado Santiago Navarro, ahora en Madrid; Alfredo García de Garrigues o el diseñador Borja Martos. El local que inaugurará a finales de julio combinará tres espacios y tendrá una barra dedicada a los combinados.